¿Persigues lo que quieres, mientras deberías buscar lo que necesitas?.
El perseguir objetivos vitales importantes y ambiciosos forma parte del día a día de todos aquellos que queremos vivir la mejor vida posible.
Sin embargo, me he dado cuenta de que la mayoría de personas a menudo, y de forma errónea, persiguen lo que quieren y no lo que necesitan.
Lo que les gusta, y no lo que deberían.
La devoción antes que la obligación.
Conocer la pequeña, pero crítica diferencia, entre una cosa y la otra, puede reportarte inmensos beneficios en forma de felicidad, satisfacción personal y mucho dinero.
Por otro lado, el no conocerla, o el no saberla aplicar correctamente, te puede sumir en una vida de tiempo malgastado, fracaso, decepción y ruina.
Ahora la cuestión es:
¿Tú conoces y aprovechas bien la diferencia entre lo que quieres y lo que necesitas?
Continúa leyendo, y lo averiguaremos juntos.
¿Lo que quieres te conviene?
El hecho de haber logrado en mi vida multitud de logros asombrosos, hace que mucha gente me pida ayuda para conseguir sus metas más ambiciosas.
Una de mis primeras preguntas es: ¿Qué objetivo quieres conseguir?.
Para mi sorpresa, y muy a menudo, me doy cuenta de que lo que quiere conseguir mi interlocutor, no es lo que necesita.
En otras palabras, está persiguiendo el objetivo equivocado.
La diferencia entre lo que quieres y lo que necesitas.
El querer algo es puramente el fruto del deseo personal de alguien.
- Quiero dejar mi empleo, y montar mi propia empresa.
- Quiero aprender a invertir en bolsa.
- Quiero el puesto de mi jefe.
A partir de aquí se presentan dos problemas principales (hay muchos más, pero empezaremos con estos), que mucha gente o no conoce, o no parece tener en cuenta.
¿Sabes cuáles son?
Apuntar a un objetivo equivocado y NO conseguirlo
Toma por ejemplo el supuesto que mencionaba antes querer de convertirte en un buen inversor en bolsa.
Después de algunas búsquedas en internet ya te has apuntado a un Curso Online de Trading.
Cámara rápida hacia adelante un par de años, y has perdido varias decenas de miles de Euros, y tu tranquilidad mental y bienestar psicológico por el camino (me llegan muchos e-mails con ejemplos como este).
¿Qué es lo que ha pasado aquí?
Pues varias cosas peligrosas a la vez.
La primera es que has intentado dominar una actividad de dificultad mucho más superior a tu nivel actual. (Aquí te lo explico con todo lujo de detalles)
Es cómo si intentarás correr los 100 metros en las olimpiadas, cuando todavía no sabes ni gatear: receta segura para el desastre.
El segundo problema es que haces las preguntas equivocadas en el lugar equivocado.
Preguntas a Google cómo aprender a invertir en bolsa, y los primeros 100 millones de resultados son de Cursos de Trading, por lo que acabas confundiendo por confundir invertir con especular.
Y partir de ahí, acabas cómo te he contado, más viejo, más pobre, y no siempre habiendo aprendido la lección.
Así que querer las cosas incorrectas te puede traer muchos problemas, fracasos y decepciones.
Pero todavía puede pasar algo peor.
¿Sabes qué?
Apuntar al objetivo equivocado y conseguirlo.
Esta situación es muy habitual, y también tiene un precio muy alto a pagar.
El caso más típico son los divorcios amargos.
Estás enamorado de la persona más maravillosa de este mundo, no duermes pensando en ella, no puedes esperar a iniciar una vida juntos y vivir felices para siempre.
Y unos años más tarde y con hijos de por medio, os divorciáis amargamente y no podéis ni veros.
¿El problema?
Escogiste a la persona equivocada desde el principio, y te llevó un tiempo darte cuenta de tu error.
Hubiera sido mejor no querer a esa persona en un principio, y buscar a un mejor compañero de viaje.
Lo mismo aplica a ese puesto de tu jefe que buscabas. Después de años y sacrificios, llegas al famoso ascenso, y al cabo de poco te das cuenta de que eso tampoco te hace feliz.
Has gastado horas innumerables persiguiendo un objetivo que te decepciona y te hace sentir vacío.
¿El error?
El mismo de antes: estabas apuntando al blanco incorrecto.
¿Y ahora qué?
La importancia de entender lo que necesitas, y no lo que quieres.
Para evitar este tipo de situaciones y perdidas, primero has de entender lo que necesitas.
Y para eso hay que tener muy claro lo que necesitas.
Lo que necesitas, es ni más ni menos, que fijarte objetivos que te hagan feliz a largo plazo.
Y por ello, antes de ponerte a perseguir tu próximo objetivo, lo que debes preguntarte es
¿Qué probabilidades hay de que si consigo esto sea más feliz a largo plazo?
La respuesta no es nada fácil u obvia, y si te parece serlo, es que tu análisis es nulo o muy pobre.
Pero el simple hecho de formularla, te ayudará a revisar objetivos costosos que puedes evitar perseguir con malos resultados.
Yo no recuerdo haber querido aprender inglés, me lo impusieron.
Pero era lo que necesitaba hacer cuando lo hice.
Gracias a ello (ya otras muchas buenas decisiones), ahora vivo una vida plena alrededor del mundo, que de otra manera hubiera sido imposible.
Tampoco recuerdo haber querido aprender contabilidad, pero me tocó estudiarla a la fuerza en la universidad y ello me permitió más tarde convertirme en un buen hombre de negocios y un inversor rentable.
No era lo que quería, pero fue lo que necesitaba.
El Esfuerzo que te hace falta
Es por ello que cuando entrenó a mis alumnos de todo el Mundo para conseguir sus metas más ambiciosas, diseño los Programas de Entrenamiento que necesitan, no los que quieren.
Así llegué a crear mi Programa Winning Effort de Potenciación del esfuerzo personal.
Nadie me ha venido a pedir que diseñe un Programa de Esfuerzo, pero es lo que necesita la mayoría de la gente (aunque no lo sepan, o no lo quieran).
Tienen que aprender a esforzarse más y mejor que la mayoría.
Y para empezar, lo primero que deben hacer, es entender la diferencia entre lo que quieren y lo que necesitan, y dejar de perseguir objetivos equivocados que gustan, y empezar a hacer lo que necesitan hacer, les guste o no.
Ejercicios: ahora es tu turno
Si te ha gustado mi artículo, cuéntame aquí abajo en los comentarios tus experiencias haciendo lo que querías hacer y no lo que debías.
Gracias por compartirlo.
Y si quieres empezar a entrenar conmigo, puedes empezar a hacerlo aquí.
Tienes razón José,
En mi caso uso una técnica recomendable, antes de realizar el esfuerzo ímprobo que supone por ejemplo el conseguir el ansiado ascenso, o el puesto de tu jefe, pensar como si ya lo hubieras obtenido, cómo te sentirías si estuvieras en él.
Si se hace esta reflexión y el feeling es de 100% felicidad y sentimiento de haber acertado entonces adelante, de lo contrario si surge la más mínima duda, creo que se debería cambiar el foco hacia otro objetivo.
Tras 24 años en una profesión del ámbito sanitario (estudios superiores), me he decidido a formarme en el ámbito de administración y finanzas realizando un ciclo superior de formación profesional. Todo un acierto que estoy seguro me abrirá nuevos horizontes, ya sea donde hoy desempeño mi ocupación o en otro lugar diferente, es lo de menos.
Lo importante es que me vi hace dos años cursando está formación, no era fácil ya que lo he realizado a la par que trabajaba. Creo que se entiende el sacrificio de tiempo libre/ocio, pero era algo que quería aprender desde hacía mucho tiempo. Y más aún me vi desempeñando otro rol distinto al que llevo desempeñando estos 24 años. El feeling era 100%, no hubo dudas en la visión, así que tiré adelante.
En este caso no diré que no era lo que quería, pero ha supuesto un sacrificio que muchos no están dispuestos a hacer ya que no es el camino fácil.
Espero sirva de inspiración para otros.
Un abrazo!.
Diferencia lo que quieres y lo que necesitas: ¡Vale mucho dinero!.
¡Muchísimas gracias Christian por tu comentario y por compartir tu excelente historia personal!.
Cómo suele pasar, lo que cuentas es una película que ya he visto muchas veces anteriormente, especialmente en el ámbito que comentas, ya que tengo muchos amigos y familiares que son médicos.
Nunca me deja de sorprender cómo profesionales tan buenos en los suyo (técnicos), pueden ser tan malos en el ámbito de dirección y administración de empresas, o en no comprender muy profundamente los negocios en los que participan.
Esta “ceguera parcial”, causa que sus carreras, sus ingresos, y sus inversiones, carguen un lastre totalmente innecesario que los frena en gran medida.
Así que te felicito por la decisión que has tomado y ejecutado a pesar de los altos costes y sacrificios personales que ha representado, porque creo que a largo plazo dará grandes frutos.
También tengo mucha experiencia en hacer este tipo de sacrificios formativos, que implican tiempo, dinero, y renunciar completamente a tu vida social y a veces al sueño.
Así que cuando lleguen tus resultados, no dudes a compartirlos con toda la Comunidad de Alumni, todos estaremos contentos de celebrarlo contigo 😉
Por último me encanta que compartas tu sistema de validación previa de esfuerzos mediante la visualización, porque es algo que yo llevo haciendo desde décadas.
Supongo, que el dicho es cierto: “Dios los cría, y ellos se juntan”.
¡Un fuerte abrazo, enhorabuena de nuevo, y Pura Vida!
Hola Jose,
Ya lo he contado muchas veces: yo quería vivir de la bolsa, no tener jefes, dedicarle solo unos minutos desde una playa paradiasiaca….
¡Por suerte la cosa al final no ha terminado tan mal!
Un abrazo Jose!
Diferencia lo que quieres y lo que necesitas:¡Vale mucho dinero!.
¡Muchas gracias por tu irónico comentario Marcos!.
Me servirá para hacer una aportación adicional:
En esta vida, hay cosas que puedes querer, otras que puedes necesitar, y otras que directamente son imposibles, como encontrar un duende con una olla llena de oro al final del arco-iris.
Si quieres y persigues cosas que se encuadran dentro de esta última categoría, los resultados siempre serán desastrosos, pero como premio de consolación acabarás aprendiendo lo que los más listos de la clase saben desde un principio: no hay ollas de oro al final del arco-iris.
¡Un fuerte abrazo y Pura Vida!
Hola José,
Como siempre aportando valor en todo lo que escribes. El articulo me ha parecido super interesante, y fuera de la típica jerga gurú que nos envuelve por todas partes. Simple y llano, la diferencia entre lo que quieres y lo que necesitas!.
Menudo Dilema, si sólo un pequeño porcentaje de la gente de nuestro entorno se hiciera esta pregunta, estoy seguro de que empezarían a cambiar las cosas.
Es difícil discernir, que queremos y que necesitamos, por suerte nos das unas pautas muy claras, se agradece enormemente.
Personalmente, he recorrido un buen camino y cómo muchos de los que estamos aquí contigo, hemos aprendido a base de cometer muchos errores. Creo que es un proceso de aprendizaje que debemos pasar, eso sí, valorando y evaluando porqué hemos cometido el error y que aprendemos con ello, para mejorar. También, decir que a lo largo de los años, vas valorando mucho más los pequeños detalles y todo aquello que realmente importa , dejando de lado la soberbia de las apariencias (aunque en mi caso poco).
Totalmente a favor de saber que necesitamos y centrarnos en ello, yendo a por el tipo 3 de esfuerzo.
No sé´si me he enrollado mucho, pero estos artículos, me hacen pensar en que realmente no somos tantos los que pensamos de esta forma y tenemos unas prioridades muy claras , con las que muchas veces topamos con la incomprensión del personal.
Pura Vida,
Diferencia lo que quieres y lo que necesitas: ¡Vale mucho dinero!.
¡Muchas gracias Ricard por tu excelente comentario!
Me alegra mucho comprobar que ha conseguido el objetivo que siempre busco con mi formación: conseguir que el alumno aprenda, reflexione por sí mismo, y piense en formas prácticas de mejorar su vida y las aplique.
Para aportar sobre lo que ya mencionas, desde ya hace mucho tiempo me he dado cuenta de que:
1- Muchos son incapaces de distinguir un genio de un charlatán.
2- Mucha gente sobreestima su capacidad de aprender de sus errores (creen que podrán lograrlo cuando en realidad no).
3- Los pequeños detalles son raramente pequeños (suelen ser muy importantes).
4- Ir por el camino correcto, es impopular y genera incomprensión, por eso la mayoría evita tomarlo.
5- Mucha gente no quiere esforzarse al máximo o sobreestima el esfuerzo real que hace.
A la postre, todo esto acaba con el mismo resultado: Solo unos pocos conseguimos objetivos notables en nuestra vida, y la gran mayoría morirá en el intento, sin lograrlo.
Cada uno debe de decidir en que grupo quiere estar, teniendo en cuenta, que el grupo de partida para todos es el último.
¡Un fuerte abrazo y Pura Vida!
Hola José,
Creo que la más difícil eleccion entre lo que quieres y lo que necesitas puede ser el elegir bien a una persona para compartir la vida. ¿Cómo calcular las probabilidades de ser feliz a largo plazo? Quizás el tema también es el ver qué necesita la otra persona y comparar. ¿Y el esfuerzo que pone la otra persona? El hacer siempre lo que uno debe y no lo que uno quiere no es una buena solución tampoco. Lo que uno necesita tiene muchos niveles y matices, alcanzar unas metas quizás impedirá alcanzar otras. Establecer objetivos realistas, etc.
¡Salud!
Diferencia lo que quieres y lo que necesitas: ¡Vale mucho dinero!.
¡Muchas gracias Ferran por tu comentario!
Tocas algunos temas que son de tremenda importancia y complejidad (como el de la pareja), y que merecen, como mínimo un artículo aparte (no un breve comentario).
Están en mi extensa y creciente lista de artículos TO-DO.
Sigue atento a este canal 😉
¡Pura Vida!
Atento seguiré y dispuesto a la reflexión 🙂 ¡Gracias!