Batir Al Mercado:
Gestión de la Suerte

La suerte influye en tu rentabilidad, pero no cómo tú crees…

Después de haber logrado batir al mercado durante mis primeras décadas cómo inversor, he creído que sería interesante y útil, compartir contigo algunas de las reflexiones que estimo han sido cruciales en la consecución de este hito reservado a unos pocos inversores.

Adicionalmente, al final del artículo, te he dejado una serie de BONUS que son muy interesantes, y que muy poca gente tiene en cuenta.

¿Empezamos?.

El Factor suerte en la Inversión en Bolsa: Existe

El primer punto que siempre fue claro para mi, pero a menudo no para muchos aspirantes a inversores, es que la inversión en bolsa, además de casi cualquier otro campo en la vida, está influido por el factor suerte.

En otras palabras: la suerte influye en el resultado.

Mi afición en la Universidad por el póquer, ya me dejó claro este tema.

Por muy buen jugador que seas, las cartas (o los dados), influyen (a menudo) en el resultado de la mano.

Todavía hoy en día, veo a muchos falsos gurús de las inversiones, obviando este factor: Sus métodos, prometen resultados «garantizados» y «deterministas» para «cualquiera» que pague por ellos.

Parece que su método infalible, está más bien sujeto a las Leyes de la Física, que no a la de los negocios.

Cómo el Legendario Inversor Charlie Munger dijo sobre la economía:

«Craving for that physics-style precision does little but get you in terrible trouble.» 

     -Charlie Munger

Lo mismo puede aplicarse al arte de invertir.

La suerte para Batir Al Mercado, empieza antes de lo que tú crees.

Una de las cosas de las que muy poca gente se da cuenta, es que la suerte que influencia tus resultados cómo inversor, empieza mucho antes de lo que crees.

De hecho, antes incluso de nacer.

Yo tuve la suerte de nacer en una familia de clase media en Barcelona.

Si hubiera nacido en una familia pobre de un país tercermundista, seguramente ahora estaría muerto en el peor de los casos, o no hubiera llegado nunca a ser un buen inversor en el mejor.

También tuve la surte de nacer hombre.

En la actualidad cada vez se va cerrando más el GAP de género y hoy en día, tanto hombres cómo mujeres aspiran a los mismos logros (aunque sigue persistiendo el perjudicial GAP Salarial, y la situación dista mucho de lo ideal).

Pero cuando yo nací, este cuadro aspiracional era mucho más desigual para hombres y mujeres.

Mientras los chicos eramos criados en la creencia de que podíamos aspirar a cualquier cosa, la película era muy distinta para las chicas.

En mi promoción de Ingeniería Industrial, todavía el 90%+ eran varones.

E incluso ahora que a nivel formativo se han igualado los géneros, hay falta de referentes inversores femeninos.

Mientras yo puedo tomar referentes masculinos de grandes inversores cómo Warren Buffett, o Charlie Munger, todavía hoy cuando escribo estas lineas, no hay inversoras mujeres que puedan mostrar track-records de longevidad/rentabilidad, ni remotamente cercanos a los suyos.

Tal y cómo el propio Buffett reconoció, le tocó la lotería ovariana:

«I was born at the right time and place. I won the ovarian lottery. My being male and white also removed huge obstacles that a majority of Americans then faced. When I was growing up in the United States, women could be teachers or secretaries or nurses, and that was about it. Fifty percent of the talent in the country was excluded from virtually all occupations.»

– Warren Buffett

Yo soy del mismo parecer.

Obtuve la misma suerte por puro azar.

Actualmente en mi núcleo familiar estoy rodeado de mujeres. Así que pongo mucho foco y esfuerzo en revertir esta tendencia histórica.

También me complace mucho saber que aproximadamente el 50% de mis lectores, son mujeres.

Además mis artículos se leen en más de 150 países del Mundo, lo que permite acceso a mi formación a personas en países poco favorecidos.

Y hasta aquí sólo hemos tocado la suerte al nacer, y es solo la punta del Iceberg…todavía hay mucha más.

La Suerte Familiar

Otro factor clave en mi suerte cómo inversor rentable, fueron mis padres.

Mi madre me enseñó el importantísimo valor de esforzarse al máximo para conseguir lo que quería.

En la actualidad veo a muchos aspirantes a inversores, tomar «atajos» fáciles y sin esfuerzo para ganar dinero en bolsa.

Sus resultados son invariablemente malos (pérdidas), a largo plazo.

Si hubieran tenido una madre cómo la mía, es literalmente imposible que ni siquiera escucharan los cantos de sirena de estos vende-humos.

Por otro lado, mi padre fue un excelente directivo, que levantó un negocio desde prácticamente cero, hasta los cientos de millones de euros anuales.

Y lo hizo junto a una familia de negocios, que son de los más ricos del país cuando escribo estas lineas.

Gracias al transmitirme todos sus conocimientos, reflexiones, y ayudarme en mis análisis vitales, conté con una suerte que muy pocos chavales cuentan a su edad.

Estoy seguro de que mis resultados no se hubieran parecido en nada a los actuales, si no los hubiera tenido conmigo.

La Suerte Laboral

En el inicio de mi carrera laboral también tuve mucha suerte.

Mi primer trabajo a tiempo completo fue en Estados Unidos, cerca de Chicago.

El ver cómo operaban los negocios americanos en su época dorada, me hizo ver lo cortos que nos quedábamos en España, y que habían muchas formas de ser más efectivo.

De vuelta en Barcelona, cuando empecé a buscar trabajo tuve la oportunidad de empezar a trabajar para un programa de Fast Track para futuros directivos en la Gran Banca, o bien unirme a una empresa familiar internacional con una visión estratégica muy singular (y superior).

Por suerte para mí, descarte la Gran Banca, y escogí la otra opción.

Me gustaría decir que fue un análisis visionario de futuro, pero no lo fue en absoluto.

Simplemente me decanté por la opción que me parecía más estimulante a nivel intelectual y personal.

Gracias a ello, empecé a trabajar e interactuar con Empresarios y Directivos de Clase Mundial que me permitieron adquirir infinidad de conocimientos y habilidades que no están disponibles de ninguna manera para el público en general.

También todo esto me permitió entender mucho mejor el mundo de los negocios, así cómo la toma de decisiones estratégicas importantes que hay detrás de sus éxitos.

Antes de invertir mi primer Euro, me había pasado varios años convirtiéndome en un excelente hombre de negocios.

Una vez más, entendí porque el 18 de Octubre de 1993 Warren Buffett dijo:

«I’m a better investor because I’m a businessman, and I’m a better businessman because I’m an investor»

– Warren Buffet

Cuando lo dijo celebraba nada más y nada menos que el haber llegado al número 1 del Ranking del Forbes 400, desbancando a su amigo Bill Gates cómo el más rico del Mundo.

¿Buena Suerte o Mala Suerte?: La Suerte Ambigua del Inversor

Hasta aquí he repasado una serie de hechos en los que el azahar ha tenido un papel determinante más allá de mis habilidades personales, o decisiones conscientes.

En general podríamos estar de acuerdo que se ha tratado de «buena suerte».

Sin embargo a partir de este momento y cuando empecé mi carrera cómo inversor, entendí que las cosas dejarían de ser tan claras para siempre, y qué el «factor suerte» sería más difícil y complejo de catalogar como «buena» o «mala».

En mis inicios cómo inversor, se estaba fraguando la crisis SubPrime, la segunda crisis Financiera más grande de los Mercados, después del Crack de 1929.

Teóricamente, un entorno de euforia y de precios desenfrenados, es un mal entorno para un inversor que busca comprar buenas empresas a buenos precios.

De igual manera, la abrupta caída del S&P500 del 57,6%, es difícilmente salvable para un inversor novel.

Así que la mayoría de la gente tildaría mi suerte cómo «mala», al empezar mi carrera inversora en uno de los momentos más negros del Mercado Financiero de todos los tiempos.

Sin embargo, yo lo veo al revés.

Es en las crisis financieras donde las discrepancias entre valor y precio suelen dispararse, y por tanto los buenos inversores, pueden sembrar las grandes rentabilidades que vendrán a largo plazo.

Lo que sería mala suerte para la mayoría, para mí fue la mejor de las suertes.

De igual manera, todos aquellos especuladores que participan en especulaciones peligrosas y obtienen buenos rendimientos a corto plazo (oro, criptomonedas, inmuebles, trading, etc…) creen tener buena suerte.

Mi perspectiva es la contraria: Es la peor de las suertes.

Su comportamiento temerario es recompensado, y creen que lo están haciendo bien, y por tanto repiten sus apuestas una y otra vez de forma más arriesgada.

El resultado final es una caída mucho más dura y devastadora.

La mejor suerte cuando estas especulando,o aprendiendo a invertir, es que pierdas desde el principio.

Ello te obligará a confrontar y revisar tus métodos.

 

BONUS TRACK:

Aquí te cuento una vieja historia popular china que versa sobre la dificultad de saber si la suerte es buena o mala. Es un relato que todo buen inversor debería tener muy presente:

¿Buena Suerte, Mala suerte…quién sabe?

Un viejo granjero chino vivía con su único hijo. Una noche, el caballo del granjero se escapó. Al enterarse, los vecinos fueron a consolarlo y le dijeron:

— ¡Qué desgracia, qué mala suerte!

Pero el granjero respondió:

— Buena suerte, mala suerte, ¿quién sabe?

Al poco tiempo, el caballo regresó, trayendo consigo siete caballos salvajes. Los vecinos volvieron y esta vez dijeron:

— ¡Qué buena suerte tenéis!

Y el granjero contestó lo mismo:

— Buena suerte, mala suerte, ¿quién sabe?

Después, el hijo intentaba domar a uno de esos caballos salvajes y se cayó, rompiéndose una pierna; el médico dijo que quedaría cojo para siempre. Los vecinos volvieron y se lamentaron:

— ¡Qué mala suerte!

Y el granjero, igual de sereno, dijo:

— Buena suerte, mala suerte, ¿quién sabe?

Finalmente, estalló una guerra en la región y llegaron los soldados a reclutar a todos los jóvenes para la batalla. Cuando llegaron a la casa del granjero y vieron la pierna rota de su hijo, le dejaron libre, pues no podía ir a la guerra. Los vecinos regresaron:

— ¡Qué buena suerte! Tu hijo se salvó de la guerra, mientras que otros jóvenes se han ido a luchar.

Y el viejo respondía, como siempre:

— Buena suerte, mala suerte, ¿quién sabe?

La Habilidad en la Gestión de la Suerte

Sin embargo, y a muy largo plazo, los factores aleatorios no definen a menudo por completo, la rentabilidad del buen inversor.

El conocimiento, la disciplina, el esfuerzo y la acción del mismo, optimizan el resultado.

Los mejores jugadores de póquer ganan más torneos y dinero que el resto. Las cartas son aleatorias para todos los participantes del torneo, pero su habilidad superior los hace ganar más a menudo.

Con los los buenos inversores, pasa lo mismo: gestionan la suerte mejor.

Este es un concepto que muy pocos aspirantes a inversor entienden correctamente.

La suerte es a menudo parcial, y cada uno la completa de forma distinta para un resultado totalmente dispar.

Por ejemplo,el 70%+los ganadores de lotería, pierden todo su dinero pocos años después de haberla ganado.

Un factor totalmente aleatorio de buena suerte (que ganen la lotería), se ve desbaratado por su (falta) de habilidad para gestionar su economía personal.

De igual manera la crisis SubPrime que arruinó a especuladores en inmuebles y banca (¿mala suerte?), se tornó una oportunidad de oro para aquellos inversores preparados que disciplinadamente habíamos evitado sectores sobrevalorados, ni nos habíamos hipotecado.

De igual manera y de forma regular, todo el Mundo puede acceder y aprovechar a mi Training Mensual, pero una gran mayoría no lo hace.

La oportunidad (buena suerte), se presenta delante de sus narices. Pero su falta de habilidad, hace que la desaprovechen.

Así que siempre ten en cuenta, que el factor suerte es imprevisible, aleatorio, y ambiguo, pero lo que hagas con ese suceso cuando se presenta, es lo que determina a la postre su bondad o maldad a largo plazo.

Ejercicio : ¡Ahora es tu turno!

Si te ha gustado mi artículo no dudes en compartirlo.

Dime aquí abajo en los comentarios:

  • cómo la suerte ha impactado tus resultados cómo inversor,
  • qué has aprendido de nuevo que podrás aplicar en tu actividad inversora,
  • o cómo confundiste buena suerte/mala suerte en algunas ocasiones de tu vida.

Estaré encantado de leerlo.

BONUS TRACK:

Lo peor que te puede pasar con la suerte al invertir: ¿Lo adivinas?.

He dejado para el final, lo que considero el error más crucial y devastador para un aspirante a buen inversor en bolsa.

Se trata nada más y nada menos que el confundir la suerte con la habilidad.

Esto que puede parecer trivial no lo es en absoluto.

Hay muchos «inversores» que creen que porqué las acciones que han comprado, han subido, son buenos.

A menudo, dichos incrementos en precio obedecen a factores puramente aleatorios y/o especulativos como por ejemplo:

  • hay un mercado alcista,
  • la gestión pasiva está captando fondos,
  • algún tema-macro económico esta empujando las acciones a territorio «burbujista», o
  • los inversores minoristas están siendo dirigidos masivamente por influencers…

En dichos casos, la mayoría de los aspirantes a inversor encuentran justificación en dichas subidas en su «habilidad» personal para «saber» qué acciones iban a subir.

Esto es un error fatal.

Dicho comportamiento se va reforzando con el tiempo, hasta que la suerte se acaba o cambia de sentido.

Los mercados se vuelven bajistas, los inversores retiran fondos de la gestión pasiva, la macro-economía pinta mal, y los influencers llaman a sus seguidores a salir corriendo hacia las salidas de incendio.

Es entonces, cuando los que creían ser más hábiles y capaces, pierden hasta la camisa con abultadas pérdidas, y daños psicológicos y de auto-estima importantes.

Sólo el buen inversor es capaz de entender el papel de la suerte en las fluctuaciones de precio a corto plazo (nunca dice, he ganado un 20% en 6 meses, o me he equivocado porque el precio ha caído un 10% después de comprar la acción….).

Por el contrario, desarrolla un análisis de inversión exhaustivo y una tesis de manera profunda. Conoce las distintas variables que interactúan de forma combinatoria, y hasta cierto punto aleatoria,  y planifica distintos escenarios para los mismos, protegiéndose contra los peores, con margenes de seguridad amplios.

Este inversor, conseguirá buenos resultados a pesar de la suerte, no gracias a ella.

La diferencia es abismal.

Cómo recordatorio de esta importante lección, que veo que muy pocos entienden de verdad, uno de los tres primeros libros que recomiendo leer a los aspirantes de inversor, explican el caso del tristemente célebre trader Jim Paul, que confundió la suerte con la habilidad de manera masiva.

Cuando todo se fue al garete, al menos tuvo el valor de publicar sus «hazañas», y de cómo este error le llevó a perder un 1,6 millones de dólares (de 1983), de los cuales, 400.000 $ eran prestamos de amigos.

«The biggest mistake I made was confusing luck with skill. But the truth is, until you accept that luck plays a role, you won’t truly learn how to manage risk or control your losses.»

Jim Paul

Tú puedes aprender de sus errores, o pagar por ellos de tú bolsillo.

La decisión es tuya.

Pero siempre ten en cuenta, que la suerte, tarde o temprano, se acaba agotando.

La habilidad, bien trabajada, es mucho más duradera y rentable.


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