Cómo lograr grandes metas:
24 Lecciones maestras de la Sydney Opera House para conseguirlo (PARTE I)

Si quieres lograr grandes metas en tu vida, la Ópera de Sydney es un magnífico ejemplo a seguir.

La Sydney Opera House es uno de los iconos más potentes de este planeta, y quizás el más asociado a la bella ciudad australiana de Sydney, al igual que el Empire State Building lo es para New York, o la Tour Eiffel para París.

Gracias a los contactos que tengo en casi todo el planeta, tuve el placer de poder realizar una visita privada a dicho edificio, por lo que pude disfrutar de toda la magia de la construcción, sin ver a ningún otro visitante, y preguntando todos los detalles al guía que se me antojaron.

Lo que no sospechaba, era la poderosa historia que se hallaba escondida detrás de este emblemático proyecto. No tardé en enamorarme de ella y en caer presa del interés.

Pronto me di cuenta, que la aventura de este proyecto y de sus personajes, encerraban tantas lecciones magistrales sobre cómo lograr nuestros sueños más ambiciosos que prácticamente se podría escribir un libro sobre ella.

Como ya conoces mi afición por resumir y sintetizar, he decidido presentarte esta versión breve, con los aprendizajes clave que a mí me resultaron de gran utilidad en mi vida, y que espero puedan serlo también para la tuya.

Cómo lograr grandes metas: formato de este Artículo

Para lograr mi objetivo, he ideado un formato específico para este artículo que creo es el mejor para servir a dicho fin: cada parte de la historia consta de una parte descriptiva, sobre la cual iré apuntando la lección del aprendizaje/s clave que realicé.

Mientras que la narración de los hechos tendrá este formato,

Mis comentarios se verán en este otro, y marcados por L1, L2, L3 sucesivamente como las Lecciones derivadas de cada punto.

Dicho esto: ¡Arriba el telón!, empieza el espectáculo:

Todo objetivo ambicioso empieza con una visión: GOOSSENS, EL VISIONARIO

En 1946, el compositor inglés Eugene Goossens, llegó a Sydney invitado por la Australian Broadcasting Commission (ABC) con la finalidad de dirigir una serie de conciertos por toda la geografía australiana. El talento de Goossens, propició que al final de dicha gira le ofrecieran dos prestigiosas posiciones: Director del conservatorio de música de Nueva Gales del Sur, y Conductor en jefe de la Sydney Symphony Orchestra.

Eugene aceptó encantado ambos encargos y se puso manos a la obra en 1947 consiguiendo doblar en poco tiempo el número de suscriptores de la Sydney Symphony Orchestra.

Hasta ese momento, los conciertos se llevaban a cabo en el Sydney Town Hall, con escasa capacidad para unas 2.300 personas, sin acondicionamiento térmico, ni servicio de bar.

Goossens, venía de pasar sus últimos 20 años trabajando en los Estados Unidos, donde estaba acostumbrado a actuar en auditorios con capacidad de 3.500 personas sentadas, y específicamente diseñados para satisfacer las prestaciones necesarias de tales actos.

Ello propició, que no pasará mucho tiempo, hasta que propusiera las líneas maestras de una idea sobre un edificio específico para las representaciones de ópera y conciertos en Sydney.

L1- Una idea audaz es la semilla de cualquier cosa que existe o existirá

Goossens, podría haberse conformado en continuar realizando las actuaciones en su lugar habitual del Sydney Town Hall. La gran mayoría de la gente, acostumbra a decantarse por criticar la realidad existente, pero escasas veces propone una alternativa mejor y está dispuesta a luchar por ella, invirtiendo gran parte de su vida. De ahí que oigamos a menudo la frase: “Es lo que hay”.

Lo que mucha gente no entiende, es que cualquier cosa “que hay”, está ahí porque alguien la ha pensado en un momento anterior. Todo nuestro mundo está formado de realidades que en su momento, “solo” fueron ideas en la cabeza de alguien. El atreverse a idear cosas nuevas y sobre todo, a desafiar la realidad existente (“lo que hay”), es el inicio para la consecución de cualquier gran meta.

L2- Céntrate en ser el mejor: te encontrarán

Mucha gente está preocupada en encontrar trabajo o en promocionarse, y pasan gran parte del tiempo postulando para trabajar en otro sitio o empresa. A Goossens le llovían las ofertas. Pese a ser inglés de nacimiento, y residir en Estados Unidos, lo vinieron a buscar de los confines de la tierra: de Australia (y en aquella época no existía internet, ni YouTube, ni LinkedIn).

Goossens era un apasionado de lo suyo. Si te preocupas por ser el mejor en lo tuyo, cada día un poco mejor que el anterior, tarde o temprano te vendrán a buscar. Céntrate en mejorar cada día y olvídate de buscar. Ellos te encontrarán.

EL POLÍTICO Y EL COMITÉ

En 1952 John Joseph Cahill, fue nombrado Premier de Nueva Gales del Sur, y dos años más tarde organizó la primera reunión para considerar la construcción del edificio que debería albergar a la Sydney Opera House. En dicha reunión se formó el comité que debería impulsar el proyecto y asesorar al gobierno.

Dicho comité constaba de 5 miembros:

1-      Eugene Goossens

2-      El profesor Ashworth

3-      El director General de la ABC , Charles Moses

4-      El Secretario del ayuntamiento de Sydney, Roy Hendy

5-      El Sub-Secretario del Gobierno Local, Stan Haviland

Después de considerar distintas ubicaciones posibles dentro de la ciudad para el proyecto, dicho comité decidió que la ubicación elegida para tal, sería Bennelong Point. Era el 17 de Mayo de 1955.

Escoger a los mejores candidatos: EL CONCURSO

Una vez decidida la ubicación del futuro edificio, se procedió a diseñar las líneas que dirigirían la competición para la adjudicación del proyecto.

El hecho más sorprendente, es que la competición se declaró abierta y anónima, de forma que cualquiera en cualquier lugar del mundo, podía presentar su propuesta, y tenía que hacerlo bajo un número de concursante. En un sobre aparte, se consignaba la identidad correspondiente al número del proyecto. De esta forma, el comité podría evaluar las propuestas recibidas, sin ser influenciado por los grandes nombres de arquitectos o empresas, y dando prioridad a las ideas propuestas en su lugar.

Las bases del concurso se condensaron en lo que se llamó el Brown Book, que fue enviado a 722 solicitantes en todo el mundo, que debieron abonar la cantidad de 20$ para recibirlo y poder optar a participar en el proyecto.

Finalmente, se recibirían 222 propuestas provenientes de 28 países.

El panel de jueces para el concurso, lo formaban 4 arquitectos (dos locales y dos internacionales): Henry Ashworth, Cobden Parkes, Leslie Martin y Eero Saarinen.

L3- Elige grandes metas: hay menos competencia

Organizándose una competición tan importante y de tal repercusión, no deja de sorprenderme que solo se presentaran 222 propuestas. Hoy en día para cualquier oferta de trabajo de nivel medio recibe más solicitudes de candidatos que esto, y ni de lejos la oportunidad de lograr algo tan grande es aproximadamente parecida.

Tampoco, nos engañemos, los 222 oponentes serán duros competidores, pero prefiero pelear contra ellos y tener un 0,45% de posibilidades de éxito, que hacerlo frente a cientos de candidatos para un proyecto más simple.

L4- Muchos abandonan antes de empezar: perseverar es vencer

También me asombra que de los 722 solicitantes, finalmente se presentaran solo 222. Eso significa que 500 desestimaron luchar por el proyecto antes de empezar (casi un 70%).

A menudo esto suele pasar, creando oportunidades para los luchadores. Para optar a ganar hay que participar, y cuán más ambiciosa sea la meta, más gente abandonará antes de empezar. Esto es un aliento si eres perseverante, porque perseverar a menudo y a largo plazo es vencer.

Y EL GANADOR ES…

El 29 de enero de 1957, el Premier Cahill, abrió el sobre con el proyecto ganador del concurso. Dentro del mismo, únicamente aparecía el número 218 cómo identificador exclusivo al que los jueces habían tenido acceso. Hizo falta un segundo sobre, que unificaba el identificador con el nombre de Jørn Utzon. Se trataba de un joven de 38 años de Hellebæk, Dinamarca.

Los planos presentados  por Utzon era híper simplistas, hasta el punto que el jurado los tildó de “diagramas”. Adicionalmente, la velocidad con la que tuvo que calcular los costes de implementación, hizo que arrojara una cifra de $7MM, muy por debajo de los proyectos clasificados en segundo y tercer lugar ($10.8MM y $15.6MM respectivamente).

A miles de kilómetros de Sydney, tras una llamada telefónica de larga distancia realizada por un periodista australiano, la pequeña Lin, de tan solo 10 años, pedaleaba con fuerza montada en su bicicleta, para ir al encuentro de su padre que se hallaba dando un paseo matutino por los bosques cercanos a la casa de la familia.  Utzon, que acababa de ser padre por tercera vez, hacía escasamente 4 semanas, celebró la buena nueva con amigos y familiares que se apresuraron a encontrarle en su casa de Hellebæk. Era el 8º concurso que el joven arquitecto ganaba en su carrera.

L5- La edad no importa: viva la “meritocracia”

Mucha gente retrasa metas mentalmente, porque creen no tener la edad o experiencia suficiente. Piensan: “Debo tener al menos 50 años para optar al puesto de Consejero Delegado” o “¿Cómo voy a mandar a un equipo que es mucho más Sénior que yo?”. Pero la verdad es que estas son excusas o limitaciones auto-impuestas. El único requisito necesario para triunfar es que seas capaz de hacer cosas extraordinarias. Si lo eres, la edad no importa. Tu éxito está limitado por tu capacidad, nunca por tu edad. Nunca se es demasiado joven para sobresalir.

También es cierto que hay empresas u organizaciones que reservan ciertos cargos o funciones solo para personas de una cierta edad. Lo siento por ellas. Están destinadas a sucumbir frente a aquellas que premian al talento por encima de la edad. Aquellas que sean capaces de rendir al más alto nivel, siempre ganarán la competencia.

L6- Una idea magnífica y simple, es el arma más poderosa que existe

A menudo la gente se centra más en el trabajo operativo que en el conceptual. Es decir, dedican más horas a plasmar de forma perfecta una idea mediocre, que a pensar muchas horas una idea asombrosa que después se puede plasmar en un minuto. A menudo se favorece la forma sobre el fondo.

En mi experiencia, la calidad de las ideas es netamente superior a su formato. Una idea magnífica se vende en 1 minuto. En cambio puedes utilizar un tomo de enciclopedia entero para vender una idea mediocre y no lo conseguirás.

Utzon tenía este importante principio, claro cristalino en su mente, y presentó una idea tan potente, revolucionaria y avanzada a su tiempo, que bastaron unos simples diagramas, para maravillar al jurado, y al mundo posteriormente.

UTZON, EL VIAJERO APASIONADO

Jørn Utzon nació en Copenhagen, Dinamarca en 1918.

Después de graduarse en 1942, y debido a la ocupación germana, abandonó su tierra natal, para vivir en Suecia, y posteriormente Finlandia. Finalmente, retornó a Dinamarca, donde  estableció su despacho.

Utzon era un viajero apasionado que a su corta edad, ya había visitado países tan exóticos y lejanos como China, Japón, Méjico, Estados Unidos y Marruecos, donde estudió su cultura y diseño.

Cuando decidió participar en el concurso de la Sydney Opera House, se pasó semanas estudiando el lugar, y complementando la información facilitada por el Brown Book, con cartas marítimas del puerto de Sydney, películas sobre la ciudad obtenidas a través de la embajada australiana en Copenhagen, libros, etc.

Lo que más sorprendió al joven arquitecto es la similitud que había entre Bennelong Point y la península de Helsingør alrededor de la cual acostumbraba a navegar. Dicha península estaba gobernada por el Castillo Kronborg, famoso por ser el escenario del Hamlet de Shakespeare.

Utzon se dio cuenta que ambas construcciones , el Castillo, y la futura Opera House, serían vistas desde todos los puntos de vista del lugar, preguntándose cómo podría disimular las torres que deberían alzarse por encima del escenario, y todo tipo de artilugios mundanos pero necesarios que una construcción de este tipo debe incluir. Ello le llevó a concluir que la Opera no podía tener ningún ángulo feo, ni tan siquiera un tejado feo.

La inspiración surgió en uno de sus múltiples paseos en barco, donde se le ocurrió inspirarse en la forma de las conchas marinas para cubrir todo el edificio a modo de bóvedas y disimular bajo ellas todas las áreas funcionales.

Adicionalmente, debía ocultar todos los cambios de escenarios y demás artilugios bajo el suelo del edificio. Para ello se inspiró en diversas ruinas mayas y zapotecas, en México, para idear las plataformas sobre las cuales las conchas gigantes descansarían, y aparecerían como un único conjunto con la susodicha base.

La propuesta de Utzon en el concurso, fue casi de las últimas recibidas por el comité.

L7- Antes de solucionar un problema entiéndelo mejor que nadie

En esta época de internet y de alta velocidad de respuesta, a menudo la gente está más inclinada a proponer soluciones a un problema de forma rápida, en lugar de entender profundamente el mismo. Suele primar la acción por encima del análisis.

Mi experiencia me demuestra justamente el orden inverso de prioridades: cuanto mejor seas capaz de analizar y estudiar el problema, mejor preparado estarás para ofrecer una solución de calidad. Mientras los demás se lanzan a hacer cosas, dedica tiempo a analizar y a pensar.

Utzon lo tenía claro, y por eso dedicó gran parte del tiempo disponible para la presentación de su proyecto, estudiando toda la información adicional disponible del sitio y del proyecto.

Un entendimiento superior del problema, permite una propuesta superior de soluciones.

L8- Viajar es un Maestro poderoso

En una época donde las comunicaciones y los transportes ni de lejos eran los que son hoy en día, Utzon ya había explorado territorios que mucha gente todavía no ha pisado en su vida.

Los aprendizajes y el carácter que te da el ser un viajero observador, a menudo superan con creces los obtenibles por cualquier método de formación o educación convencional.

Fue la experiencia en todos sus viajes previos, la que le permitió ofrecer una mejor solución del proyecto.

L9- Hay muy pocos problemas nuevos en el mundo: el poder de la historia y de la combinatoria

A menudo, las situaciones difíciles frente a las que nos encontramos, nos proponen un desafío. La reacción mayoritariamente instintiva del ser humano es tratar de resolverlas por su cuenta.

Sin embargo, una de las herramientas más útiles que existen, es mirar atrás en el tiempo y alrededor del mundo, para darse cuenta que alguien, en algún lugar, probablemente ya ha resuelto tu problema de forma muy superior a lo que tú puedas hacerlo.

En el caso de Utzon, él se dio cuenta que los antiguos Mayas y Zapotecas, y los constructores del Castillo Kronborg, ya habían propuesto magníficos conceptos para solucionar importantes desafíos que presentaba el proyecto de la Sydney Opera House. Simplemente era cuestión de reconocer los elementos por separado, combinarlos, y adaptarlos.

Es por eso que la capacidad de interconectar conocimientos y problemas entre sí, es muy superior a los conocimientos concretos que se poseen.

LAS PRIMERAS REACCIONES

Inmediatamente después de la adjudicación del proyecto al arquitecto danés, las reacciones adversas a la misma, tanto de fuentes especializadas, como del público en general no se hicieron esperar. Tanto en declaraciones a los medios de figuras estelares, cómo en cartas de los lectores dirigidas al Sydney Morning Herald, se escucharon y leyeron cosas como estas:

“Dará placer a la gente simple” – Buckminster Fuller

“Esta carpa de circo no es arquitectura” – Frank Lloyd Wright

“Hay un consuelo en todo este asunto. El bajo coste del proyecto, al menos asegurará que no se mantendrá en pie por mucho tiempo, y eso solo, si llega a conseguir hacerlo” – Carta al Editor del SMH.

L10- Si hay críticas feroces, es muy posible que estés en el buen camino

Nunca llueve a gusto de todos, y la gente es reacia al cambio. Estos son dos principios universales.

Es por ello que cuando intentes lograr objetivos importantes y a menudo radicalmente distintos a los establecidos por la sociedad, serás objeto de críticas tan duras, cómo injustificadas.

Aprende a amarlas, ya que ellas son el indicador de que estás en el camino de conseguir algo grande.

Utzon lo sabía, y se mantuvo firme en su propósito, le molestara a quien le molestara.

L11- Sigue las ideas una a una, no a las personas. Nunca dejes de pensar por ti mismo

Años atrás no estaba tan extendido el fenómeno “fan”. En la actualidad lo está, lamentablemente. Y ello a menudo implica que la gente acepta a ojos cerrados todo aquello proveniente de un personaje, grupo, partido, etc….Esto se traduce en: “Si lo dice Tal, es que debe ser bueno”, o lo que es lo mismo, “Apago mi cerebro, y confío en la superioridad del criterio de Tal”.

Frank Lloyd Wright, es uno de mis arquitectos favoritos. Cuando descubrí su crítica feroz al proyecto de Utzon, NO pensé: “Pues si Lloyd Wright, dice que esto es una tienda de circo, debe de ser así”.

En su lugar, pensé: “¿Cómo es posible que un genio no sea capaz de reconocer esta obra maestra?”.

El ser capaz de mantener tu independencia de pensamiento, incluso delante de personas más competentes que tú en un determinado campo en momentos concretos, es crucial para realizar tus proyectos más ambiciosos, ya que a menudo, los proyectos que nadie más ve o entiende son los más compensadores cuando se llevan a cabo.

Que un experto esté a menudo en lo cierto, no quiere decir que SIEMPRE esté en lo cierto.

Mantener la independencia de pensamiento, el rasgo más preciado que un pensador y un triunfador puede cultivar. En el campo de la inversión financiera, es el valor supremo. Junto con la formación adecuada, te hará rico.

FIN DE LA PRIMERA PARTE.

AQUI PUEDES LEER LA SEGUNDA PARTE.


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Foto credit: Pattyjansen @ Pixabay


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  1. Sandra

    Me ha encantado este post tan didáctico y ameno a la vez.
    Estoy impaciente por leer la segunda parte y ver cómo se resolvió en la realidad, y cuáles son las siguientes lecciones visto desde tan interesante ángulo.

    Muchas gracias!

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    1. José Castelló Post author

      Gracias a ti Sandra por tu comentario!.
      La segunda parte está en producción, y creo que te gustará más que la primera si cabe 🙂
      Un fuerte abrazo!

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  2. Marisol

    Aún no he leído tu trabajo, sólo las primeras líneas… Pero bastaron para que quisiera leerlo luego y conservarlo, así que lo voy a bajar. No he ido a Sydney, pero ya estoy enamorada de esta ciudad, en parte mi fascinación partió por la Opera House, es fabulosa… Gracias

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    1. José Castelló Post author

      Gracias Marisol!
      Espero disfrutes de mi obra, cómo de Sydney!
      Un abrazo!

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